Suele pasar, después de años de relación algo se rompe, y alguno de los dos decide terminar. Pero ¿qué pasa cuando es él quién decide tomar otro […]
Suele pasar, después de años de relación algo se rompe, y alguno de los dos decide terminar. Pero ¿qué pasa cuando es él quién decide tomar otro rumbo? Algunas mujeres tomamos las peores actitudes ante estas rupturas, estos son 5 errores más comunes.
Querer un bebé de él: Es tanto el amor que sientes por él que crees que aunque él se vaya de tu lado, es mejor quedarte con algo… Intentas a toda costa que vuelvan a tener relaciones sexuales después del rompimiento. Al final, también crees que tendrá que verte de alguna manera si tienen un hijo.
Fingir un embarazo: El estrés y la desesperación harán que tu periodo se retrase, y entonces es un arma perfecta para poder usar el chantaje de un embarazo, intentarás a toda costa preocuparlo o hacerle ver que se debe hacer responsable de sus actos.
Estar dispuesta a ser la amante en lugar de la novia: Ya no importa nada, con tal de que él te de un poco de su amor estás dispuesta a quedarte ahí siendo tú la otra. Es mejor algo que nada…
Amenazarlo con quitarte la vida: Llamadas constantes, amenazas, sabes que él no te dejaría morir, además sabes que no lo vas a hacer. La idea es atemorizarlo de que lo harás y que después de que lo hagas él no pueda dormir por la culpa.
Caer en depresión para provocar su lástima: No salir de casa, hacer que todos sus amigos le digan lo mal que estás, no comer, incluso ausentarte de tu trabajo para que te despidan, son los únicos recursos para que decida que lo mejor es quedarse a tu lado por lástima.
Antes de caer en alguno de estos errores, coloca en una balanza las cosas buenas y malas de la relación. Recuerda que siempre se obtiene un aprendizaje de cada caída, es más no porque hayas pasado muchos años a su lado quiere decir que no encontrarás a alguien más. Date la oportunidad de disfrutarte y de hacerle saber que la vida continúa para los dos.
No hay nada más sano que cerrar ciclos y sanar las heridas. Quiérete, valórate y aprende de las lecciones que te da la vida.
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