El bicarbonato sódico o de sodio puede actuar en seco, pero todo depende de la naturaleza del soporte y de la mancha. De cualquier modo, si quieres […]
El bicarbonato sódico o de sodio puede actuar en seco, pero todo depende de la naturaleza del soporte y de la mancha. De cualquier modo, si quieres obtener un resultado satisfactorio, es preciso actuar cuanto antes.
En lo que respecta a la ropa y las telas delicadas, recurre a la tintorería. Para sofás, las butacas, los sillones, las alfombras, los tapetes y las moquetas imposibles de transportar, realiza siempre una prueba en un rincón que se vea poco. No intentes limpiar seda, cuero o ante, ni tampoco muebles antiguos o frágiles. Acuérdate también de la arcilla en polvo, que a menudo es eficaz para limpiar en seco.
Limpiar sofás, butacas, sillones, alfombras, tapetes, y moquetas:
Para hacer desaparecer una mancha en telas que no toleran el agua, espolvorea con bicarbonato de sódico o sodio la superficie que vayas a tratar, permite que penetre bien, deja actuar 1 hora y pasa la aspiradora o un cepillo para eliminar cualquier rastro de polvo. En general, este tipo de intervención permite evitar cercos, algo que no siempre se consigue con los quitamanchas comerciales.
Limpiar muebles y parqués de madera:
Si se trata de muebles o parqués de madera poco frágiles, puedes aplicar con cuidado bicarbonato sódico o de sodio sobre la mancha con la ayuda de un paño, respetando siempre el sentido de la veta.
Refrescar telas:
En este ámbito, el bicarbonato sódico o de sodio actúa desde distintos frentes. Elimina la suciedad incrustada, hace desaparecer los olores y aviva los colores. Pasa la aspiradora para quitar bien el polvo, espolvorea bicarbonato, cepilla para que penetre bien, deja actuar 1 hora o 2 y aspira de nuevo para que desaparezca cualquier rastro. Este sistema también es adecuado para los colchones y para los asientos de los carros.
Utiliza bien la arcilla en polvo:
La arcilla se muestra eficaz sobre todo con manchas de grasa, pero también actúa sobre manchas de vino tinto, pintura al óleo o incluso de betún o grasa para zapatos. Es apropiada para soportes frágiles y difíciles de limpiar, como la seda o las tapicerías, el ante o el cuero, los muebles de ebanistería o los parqués, el mármol, las baldosas de cerámica, el granito o el hormigón pulido. Su ventaja: no dejará ningún rastro.
Actúa cuanto antes para evitar que la mancha se seque. Pasa un sacate sobre la arcilla sobrante o ráspala con cuidado con la hoja de un cuchillo, del exterior hacia el interior para no extender la suciedad. Espolvorea abundantemente la zona manchada con arcilla en polvo, deja que actúe durante 2 o 3 horas, retira la mayor parte de la arcilla aspirando, sin tocar, y cepilla para eliminar el resto.
Con información de: Los consejos de las abuelas, larousse
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